EL POETA INFIEL

NOVELA con trasfondo psicológico

¿Quién no ha pensado alguna vez en formar una familia y ser felices para siempre,  y de paso  hacer de este mundo un poquito mejor? Carlos Fellner, uno de los protagonistas de esta historia lo pensó. Él, era un hombre que pertenecía a una familia muy grande y conocida por su trayectoria. Eran descendientes de  alemanes que a fines del año 1870 llegaron al sur de         Chile, compraron grandes extensiones de tierras y mucho ganado, comerciaban y exportaban productos desde y hacia Argentina. Desde siempre con mentalidad europea, surgieron y se construyeron bellas casas con coloridos ventanales y magníficos y olorosos jardines. Sus  familias crecían y se esparcían por  distintos lugares del país como:  Ancud, Valdivia, Faja  Maisan, Frutillar, Nacimiento, Chillán, Concepción, Santiago, Viña del Mar, etc. Con el tiempo, emigraron algunos a Estados Unidos, otros a México, Argentina, Venezuela, Alemania, Francia, Suiza  y otros lugares de mundo. 

¿Pero por qué esta familia ha sido tan grande y numerosa? Pues, sencillamente, porque al llegar a este país, cuatro hermanos Fellner , se casaron con cuatro hermanas Möller, y  se  fueron  multiplicando  a  tal  punto que ya  hoy no se   sabe cuántos han llegado a ser. Carlos Fellner, era nieto de ellos, de los primeros, con su idiosincrasia ya algo mezclada con la chilena, porque en sus comienzos ninguno  se  casaba  con  latinos,  sólo  lo  hacía  entre europeos. Si alguien  faltaba a esa regla,  no se le miraba  nunca más incluida hasta la  propia madre,  para poder conservar su raza y estirpe de la cual siempre se han sentido orgullosos. Pero, debido a la naturaleza humana,  con sus pasiones y con el  pasar del tiempo, algunos fueron  incumpliendo tal regla y se enamoraron de mujeres y hombres chilenos  (¡¿qué tenía que ver el amor con la raza o la nacionalidad?!).

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*Esta historia es ficticia; sólo imaginación de su autora, aunque quizás más de alguien pudiera darse por aludido, no obstante, sería simple y llana coincidencia. Tampoco los nombres y apellidos usados  en esta obra pertenecen  a  una  realidad.